Sento Masià / Plaque galvanisée - 2,90m x 1,20cm
En este Abecedari de la Llibertat se me ha destinado la letra C, supongo que por la C de Candel. Gracias. Todas las letras, cuanto más usadas, más –la C es la que más páginas acapara en las enciclopedias y diccionarios–, pueden encabezar muchos pilares en los monumentos a la Paz y la Tolerancia: compañerismo, calma, consuelo, civilización, concierto, cordura, cordialidad... Igualmente, esta C de mis amores y mis pecados, es capaz de capitanear lo opuestamente contrario: celos, convulsión, castigo, cerrilidad, caótico, crispación, cólera... A mí me trae a la mente un pasaje autobiográfico excesivamente antitolerante de cuando era concejal de Cultura en l'Hospitalet. Por querer levantar un centro para jóvenes en un solar municipal nuestro, que circunstancialmente usaban unos vecinos como parking, empecé a recibir anónimos de esta ciudadanía motorizada, en los que me decían: «Tienes las tres Ces: Catalanista, Comunista y Cabrón». La verdad es que el anónimo era insultante, agresivo e intolerante, pero las Ces de Catalanista y Comunista, no, ni tampoco la de Cabrón; incluso si se me apura, la de cabrón menos, pues si un cabrón no es tolerante, que baje Dios del cielo y no solamente lo vea, sino que diga algo.
Ahora, ya desahogado de estos ex abruptos que tuve que soportar, haciéndome antipática mi propia inicial, eligiría, para una campaña por la Paz y la Tolerancia, la C que encierra y representa la Caridad, puesto que la justícia social no nos ha llegado y al paso que vamos no nos llegará, la de la Camaradería, ya que la insolidaridad se ha resquebrajado y desmoronado, y la de Constancia, para resistir el que la mayoría de veces las cosas andan mal cuando apuntaba que iban a ir bien... Si me queda, en este tintero que es la punta del bolígrafo, otra C, la de la Comprensión, madre de todos los abrazos.
Francisco Candel